Richard Sambrook, profesor de Periodismo en la Universidad de Cardiff, estará con nosotros en las III Jornadas OI2 que, con el tema De espectadores pasivos a ciudadanos activos, se celebrarán los próximos 21, 22 y 23 de febrero en la Universidad CEU San Pablo (Madrid). Sambrook cuenta con una experiencia de treinta años de carrera en BBC News como productor, editor y alto directivo. Formó parte durante 10 años del consejo de administración como director de Deportes, director de Informativos y, finalmente, como director de Global News y de la BBC World Service. Ha escrito y hablado ampliamente sobre información internacional, el futuro de las noticias en televisión y la objetividad en el periodismo.
Sambrook responde, a continuación, nuestras preguntas sobre los retos y el futuro del periodismo.
Usted ha advertido que los estándares periodísticos tradicionales de objetividad e imparcialidad son aún necesarios, ¿cómo define el periodismo de calidad en la era digital?
El periodismo tiene que basarse en hechos y pruebas, no sólo opinión. Debería reflejar una variedad de voces, no sólo una perspectiva. Y debería ser lo más abierto posible. Así es como podemos reconstruir la confianza en el periodismo.
Esto es cierto especialmente en la era digital, tal vez aún más frente a la deliberada desinformación o «noticias falsas» (fake news, en inglés).
En un entorno donde se puede elegir entre múltiples opciones, con rápidos cambios a nivel tecnológico y de consumo al que las noticias de televisión se deben adaptar y el tiempo de visualización de televisión disminuye en un 3-4% de media desde 2012, ¿cree que las noticias de televisión siguen el mismo camino que la prensa escrita?
Creo que existe el riesgo de que el periodismo televisivo sufra el mismo declive que la prensa escrita. La amenaza digital aún no es una amenaza existencial para la televisión, que sigue siendo, con mucho, el medio más importante de noticias e información en todo el mundo. Pero las televisiones deben adaptarse a las expectativas de las audiencias más jóvenes no sólo en las plataformas y la distribución sino también en el estilo y la cultura de una generación en red.
En el informe Delivering Trust. Impartiality and Objectivity in the Digital Age (Reuters Institute for the Study of Journalism, 2012), usted destaca “una creciente necesidad de fomentar la conciencia crítica de los medios» que podría incluir un mayor énfasis pedagógico en la alfabetización mediática, ¿cómo cree que la alfabetización mediática puede ayudar a los ciudadanos a navegar en el nuevo mundo digital con abundancia de información?
Actualmente nuestro entorno mediático es más complejo que nunca, impulsado por algoritmos que pocas personas entienden, atrapados en filtros, burbujas personales que sirven para intercambiar ideas afines, influidos por campañas bien financiadas de relaciones públicas y de propaganda.
Son muchas las personas que apenas saben diferenciar entre los distintos tipos y fuentes de información. Esto continuará siendo complejo y quizás irá a más. La única solución a largo plazo es mejorar el pensamiento crítico y la alfabetización informacional (news literacy) para que las personas puedan evaluar, cuestionar y comprender la base de lo que consumen. Es como entender la diferencia entre comida saludable y basura. ¡Lo que mejor sabe puede no ser lo mejor para ser consumido!!
¿Cómo pueden sobrevivir las empresas de medios en una época de abundancia de información?
Realmente creo que las empresas de medios tienen que diferenciarse de gran parte de la competencia: ¿qué es lo que pueden aportar de manera única a la audiencia? Y entendiendo esto, tienen que conectar con sus audiencias de forma más plena que la realizada antes.
Las turbulencias políticas de los últimos dos años han demostrado que muchas empresas de medios han perdido el contacto con partes del público y tal vez se han acercado demasiado al establishment y a las élites políticas. Las empresas de medios deben representar al público e informar desde la base.
Existe preocupación sobre el efecto de las noticias falsas (“fake news”) que circulan en las redes sociales, ¿cómo podría el periodismo gestionar toda la información (falsa) en las redes sociales?, ¿cómo pueden los grandes medios ganar la confianza de la gente?
Los medios serios necesitan tener claro un conjunto de valores editoriales y rendir cuentas ante ellos. La transparencia sobre las quejas, pero también sobre los procesos editoriales y las decisiones que se toman es clave para reconstruir la confianza. Y deben proporcionar hechos y pruebas, no sólo opiniones.
Gran parte de la actual desconfianza en los medios se debe a que el público asume que cada medio tiene una agenda propia que persigue en lugar de buscar informar de forma honesta al público con información precisa.
En el actual ecosistema de medios, las empresas audiovisuales están experimentando un cambio profundo en su relación con las audiencias. Los canales de televisión tradicionales incorporan servicios online y utilizan sus redes como un nuevo canal para mejorar la participación del espectador, ¿qué papel pueden desempeñar los medios para apoyar la participación del público?, ¿cuál es el mayor desafío al que se tienen que enfrentar los informativos de televisión?
El problema que tiene la televisión es que es básicamente un medio unidireccional de arriba abajo, a diferencia de la web. En un momento en que las personas esperan comodidad, interactividad y respuestas, esto se vuelve difícil. Hay una serie de innovaciones que intentan abordar esto incluyendo el uso de redes sociales en los programas, etc. Pero creo que a largo plazo la televisión tendrá que dejar de intentar ser una plataforma para las noticias de última hora y concentrarse en programas de mayor duración, con análisis en profundidad y especializados donde tiene una ventaja sobre la inmediatez de la red. Las redes sociales se alimentan de opiniones instantáneas superficiales. La televisión puede ofrecer algo mucho más valioso si se define a sí misma como algo diferente a la inmediatez de la respuesta online instantánea.
Los cambios tecnológicos, organizativos e institucionales afectan la relación entre periodistas y su audiencia, ¿cree que hay un cambio en la actitud de los periodistas en su relación con la audiencia?
¡Dependerá de qué escala de tiempo utilicemos! Hace 30 años, la televisión ya hablaba de responder ante la audiencia, pero en realidad editores y productores hacían lo que querían.
En el actual entorno hipercompetitivo, los periodistas necesitan comprender realmente a su audiencia y prestarles un buen servicio si desean obtener una parte de la atención del público. Una vez dicho esto, la televisión no debe ser dirigida por estudios sobre la audiencia. Se tiene que tener la información de la audiencia, pero la televisión todavía juega un papel decisivo en decir a las personas lo que ellos no sabían que necesitaban saber en lugar de ofrecerles, simplemente, lo que ellos piden…
Para acabar, ¿qué consejo puede dar a los periodistas y futuros periodistas sobre cómo prepararse para el cambio digital?
Ahora doy clases en la escuela de periodismo más grande y más exitosa del Reino Unido [Cardiff School of Journalism]. Nuestros graduados necesitan tener múltiples habilidades: filmar y editar vídeo, comprender las redes sociales, poder programar y comprender cómo utilizar el big data. Pero además y en la base de todo ello, es necesario contar con habilidades básicas como la ética, conocer la regulación de los medios, la educación cívica y, más que nunca, una curiosidad constante sobre el mundo y por pedir cuentas a aquellos que ocupan puestos de poder.
Si quieres profundizar más sobre los retos de la innovación en la información y debatir con Richard Sambrook y los otros ponentes que nos acompañarán en las III Jornadas OI2, te esperamos en la Universidad CEU San Pablo el día 22 febrero.
Asistencia a las Jornadas gratuita. Se ruega inscripción previa por cuestiones de aforo de la sala.